Cáncer de mama y prevención: cómo reducir los riesgos y reconocer los síntomas
Una de las enfermedades malignas más frecuentemente diagnosticadas es el cáncer de mama o carcinoma de mama, que en muchos países sigue siendo la principal causa de muerte por cáncer en la población femenina.
En efecto, se trata de una neoplasia muy extendida, pero en las últimas décadas ha visto disminuir progresivamente su tasa de mortalidad, gracias sobre todo a los programas de diagnóstico precoz y a los numerosos avances terapéuticos.
Octubre es precisamente el mes dedicado a la prevención del cáncer de mama, con el Día Internacional del Cáncer de Mama, promovido por la Organización Mundial de la Salud. El objetivo es concienciar sobre los peligros de la neoplasia y promover el acceso al diagnóstico precoz para aumentar significativamente las perspectivas de supervivencia.
Algunas cifras sobre el cáncer de mama
Según las últimas cifras de la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de mama se diagnostica cada 30 segundos en algún lugar del mundo, lo que lo convierte en el cáncer más frecuente en la población femenina.
La tasa neta de supervivencia cinco años después del diagnóstico es ahora algo inferior al 90%, pero es sobre todo la prevención la que reduce el riesgo de mortalidad: un cáncer de mama detectado en sus primeras fases es alrededor de un 25% menos peligroso.
La forma más común de carcinoma en la zona de la mama es el carcinoma ductal infiltrante, que representa aproximadamente el 75% de todos los casos. En los siguientes párrafos también describiremos brevemente las otras variantes más comunes.
¿Qué es el cáncer de mama y cómo se forma?
La mama está formada principalmente por tejido conjuntivo, grasa y lobulillos, es decir, estructuras glandulares incrustadas en el tejido graso que componen la mama.
En cada pecho hay unos 15 o 20 lobulillos, desde los que la leche materna llega finalmente a los pezones tras haber pasado por los conductos mamarios.
El cáncer de mama se debe a la multiplicación incontrolada de ciertas células en la glándula mamaria, que consiguen desprenderse del tejido para invadir el resto del cuerpo, incluso los órganos más alejados.
Existen distintos tipos de cáncer de mama, según su localización y grado de invasión.
Las formas no invasivas de la neoplasia son las que no se expanden más allá de la mama (carcinoma in situ) y son más fáciles de detectar sólo con la mamografía, ya que a menudo no dan lugar a bultos palpables.
En cambio, el cáncer invasivo puede expandirse más allá de la mama, como ocurre en el carcinoma ductal infiltrante. La propagación suele producirse a través de los ganglios linfáticos.
Los diferentes tipos de cáncer de mama
Los principales cánceres de mama son carcinomas, es decir, tumores que parten de células epiteliales. Un carcinoma ductal de este tipo parte de un conducto galactóforo y, con el tiempo, puede extenderse más allá de los límites del conducto galactóforo, alcanzando así el tejido graso de la mama.
El carcinoma lobular, en cambio, comienza en el lóbulo y también puede afectar a las dos mamas, o a varias localizaciones en la misma mama.
Luego hay otras formas con un pronóstico a menudo favorable, como el carcinoma tubular, papilar y cribiforme.
De todos ellos, el carcinoma intraductal in situ, es decir, no invasivo, es quizá el que tiene un pronóstico más favorable precisamente por su limitada extensión.
Sin embargo, como siempre, es la detección temprana del tumor y el tratamiento adecuado lo que marcará la diferencia.
Cómo reconocer el cáncer de mama: atenta a los síntomas
Los factores de riesgo del cáncer de mama son muy similares a los de cualquier otra forma de tumor maligno.
En general, se cree que entre el 5% y el 7% de los cánceres de mama pueden ser de naturaleza hereditaria, principalmente por la mutación de los genes BRCA1 y BRCA2.
Algunos síntomas del cáncer de mama pueden ser identificados durante el crecimiento del cáncer, ya que la fase inicial sólo puede detectarse mediante pruebas específicas.
En primer lugar, fíjate en si hay hinchazón o engrosamiento de la mama o incluso en la zona axilar. La presencia de bultos, normalmente en ausencia de dolor, puede ser una señal de alerta temprana.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la mayoría de los bultos que pueden identificarse mediante el tacto no representan un cáncer: por término medio, sólo uno de cada diez bultos puede considerarse una representación táctil de una neoplasia mamaria.
A pesar de ello, es aconsejable seguir investigando con un examen médico especializado si se encuentran masas anormales en la autoexploración. En la siguiente sección, desarrollaremos esta técnica de prevención.
Otros signos son la retracción del pezón, el eczema (dermatitis) y la secreción de sangre o sustancias serosas.
Los síntomas de un estadio más avanzado son, por el contrario, inflamación grave, ulceración de la mama e hinchazón excesiva de los ganglios linfáticos axilares.
También hay otros síntomas muy raros, que no son necesariamente atribuibles al cáncer de mama, pero que pueden sumarse a los que afectan a la zona mamaria para ofrecer un cuadro más preciso.
Entre ellas se encuentran la hipercalcemia (aumento del contenido de calcio en la sangre), el hormigueo en ambas extremidades y la trombocitosis, es decir, el aumento del número de plaquetas por encima del nivel máximo considerado normal.
La autoexploración mamaria como primera prevención
Como hemos señalado, los síntomas del cáncer de mama se limitan principalmente a la propia zona del pecho, con cambios a menudo visibles o palpables.
El examen periódico del propio pecho mediante la autoexploración puede representar, por tanto, una primera herramienta en manos de toda mujer para advertir cualquier cambio en la fisonomía natural.
El objetivo en todos los casos es reducir el riesgo de diagnosticar un tumor en un estadio ya avanzado, para poder intervenir de forma oportuna y eficaz.
A partir de los veinte años, la palpación de las mamas debe realizarse al menos una vez al mes, a ser posible siempre el mismo día y una semana después del final del ciclo menstrual.
Se recomienda este periodo porque después del ciclo menstrual los pechos se vuelven menos turgentes y, por tanto, cualquier cambio físico se detecta más fácilmente.
Sin embargo, durante el embarazo o la menopausia, la palpación puede realizarse en cualquier momento.
Para realizar la autoexploración, es aconsejable mantener una posición erguida y doblar el brazo correspondiente al pecho que se va a examinar por detrás de la nuca.
En este punto, con las tres puntas de los dedos de una mano juntas, se pueden iniciar movimientos concéntricos con presión creciente para detectar cualquier endurecimiento del tejido mamario.
Asimismo, es aconsejable seguir los movimientos direccionales de arriba a abajo y repetir el procedimiento en posición supina.
Por último, presionando suavemente el pezón es posible detectar la presencia de posibles fugas de suero o sangre, una señal que debe ponernos en alerta.
Hay que recordar que la autoexploración no puede ni debe sustituir en modo alguno a las pruebas y exámenes regulares, como la mamografía, que puede detectar bultos u otras microcalcificaciones con extrema precisión.
La importancia de la prevención del cáncer de mama
La prevención para combatir el cáncer de mama es, sin duda, el arma más importante en manos de las mujeres. De hecho, el cribado para el diagnóstico precoz permite reconocer las posibles formaciones y examinarlas más a fondo antes de que el cáncer alcance las fases más avanzadas.
El método más eficaz en la actualidad para la detección precoz del cáncer de mama es la mamografía. La ecografía también puede ser un examen muy útil, sobre todo para las mujeres que aún son jóvenes.
En algunos casos, tampoco hay que subestimar la posibilidad de realizar pruebas genéticas preventivas para buscar específicamente las mutaciones en los genes BRCA 1 y 2 mencionadas anteriormente.
En caso de que alguna de estas pruebas arroje resultados poco convincentes, el propio médico te proporcionará sin duda toda la información necesaria para seguir investigando y actuar a tiempo.
Entre las muchas opciones, se suele realizar una resonancia magnética para identificar el tumor en una fase temprana, y cada vez más mujeres se plantean también una mastectomía preventiva, que extirpa parte o la totalidad de la mama afectada.
SanaExpert se asocia con Komen Italia en la Carrera por la Cura para concienciar sobre el cáncer de mama
SanaExpert mostró su compromiso con la concienciación sobre el cáncer de mama y la necesidad de prevención participando, como socio de Komen, en el evento celebrado en Bolonia en septiembre de 2022.
Race for the Cure es el mayor evento sobre el cáncer de mama en el mundo, con numerosos actos destinados a recaudar fondos, también para crear jornadas de prevención para mujeres en situación de vulnerabilidad y para premiar a jóvenes investigadores.
En los Giardini Margherita de Bolonia, del 16 al 18 de septiembre de 2022, Race for the Cure Bologna llevó a cabo iniciativas gratuitas para la salud, el deporte y la solidaridad, con una carrera de 5 km y una caminata de 2 km por las calles del centro de la ciudad.
El objetivo de Susan G. Komen Italia, fundada en el año 2000 como primera filial europea de Susan G. Komen de Dallas, es concienciar sobre el cáncer de mama y la salud de las mujeres, haciendo especial hincapié en las medidas de prevención que describimos en este artículo.
Al mismo tiempo, la Asociación pretende ayudar reforzando la investigación y las oportunidades de tratamiento y educación.
SanaExpert también prestó su apoyo, junto con numerosos socios nacionales, ofreciendo complementos alimenticios naturales gratuitos y códigos de descuento para todos los participantes.