Rumbo al parto: Toma el control con decisiones informadas

La experiencia del parto no es solo el proceso mediante el cual nuestro bebé llega al mundo; es también el comienzo de otro momento igualmente crucial: el inicio de la lactancia. Es fascinante cómo eventos tan distintos están tan íntimamente conectados. Un parto respetado y con el menor número de intervenciones posibles puede facilitar un contacto piel con piel inmediato y, por ende, un inicio más fluido de la lactancia. Sin embargo, incluso cuando el parto toma rumbos inesperados, con apoyo, información y determinación, la lactancia puede empezar con éxito. Lo importante es el apoyo y la información correcta para dar los primeros pasos con confianza.

Cada tipo de parto, desde el natural hasta la cesárea, lleva consigo particularidades que pueden influir en la lactancia. Sin embargo, más allá de cómo se desarrolla el parto, lo esencial es el apoyo y la información correcta para superar cualquier obstáculo inicial. La preparación y el deseo de amamantar son tan importantes como el método por el cual nuestro bebé llega al mundo.

Este tipo de parto promueve una interacción temprana e ininterrumpida entre madre e hijo, crucial para el estímulo de la lactancia. El parto natural, al permitir el contacto piel con piel inmediatamente después del nacimiento, no solo facilita el inicio de la lactancia sino que también ayuda a que tu peque se adapte al mundo exterior de maravilla.

Cuando hay intervenciones, como la epidural, puede que las cosas se pongan un poquito más cuesta arriba para empezar con la lactancia, pero no es nada que no se pueda manejar. Con el enfoque adecuado, un poco de paciencia, mucho amor y buscar esos momentos de conexión piel con piel, tan pronto como sea posible, puedes marcar la diferencia permitiendo un comienzo exitoso en la lactancia.

Una cesárea, aunque a menudo necesaria, puede posponer un poco el inicio de la lactancia debido a la recuperación de la madre y la separación inicial del bebé. Sin embargo (si es respetuosa) es posible mitigar estos efectos solicitando contacto piel con piel tan pronto como puedas y buscar asesoramiento en lactancia son tus mejores aliados para superar estos obstáculos.

La lactancia, aunque parezca algo súper natural, también necesita su preparación. Informarte sobre el tema, asistir a talleres, buscar el apoyo de consultoras de lactancia y rodearse de una comunidad que respalde tus decisiones son pasos fundamentales para abordar con confianza esta hermosa, aunque a veces desafiante, etapa.

Elegir un equipo de salud que comprenda y respete tus deseos, y que además, esté en la misma sintonía que tú tanto para el parto como para la lactancia es clave. La comunicación abierta y la confianza en quienes te acompañan en este proceso son fundamentales para vivir estas experiencias de la manera más positiva posible. Es vital que te sientas escuchada, apoyada y que puedas hablar con total confianza sobre tus deseos y preocupaciones. Recuerda, tú tienes el poder de decidir cómo quieres vivir estas experiencias.

➔Aquí puedes encontrar una guía completa para elaborar tu propio plan de parto y afrontar esta experiencia como te mereces.

Prepararse para el parto y la lactancia es más que acumular información; es construir un puente entre dos de las experiencias más significativas de la maternidad. Es sobre empoderarse a través del conocimiento, confiar en nuestro cuerpo y nuestras decisiones, y abrirnos a la maravillosa experiencia de conectar con nuestro bebé desde el primer instante. Cada historia es única, y cada decisión, informada y respetada, nos acerca a vivir el parto y la lactancia de manera plena y consciente.

¿Lista para seguir? ¡Recuerda que te acompañamos en esta mágica aventura, únete al club de madres informadas y empoderadas!

By Nayara Silvestre,

¡Nos vemos en el próximo artículo!