Tres recetas otoñales sanas y sabrosas para entrar en calor
A medida que nos adentramos en la temporada de otoño y se acerca el invierno, nuestros hábitos cambian. Los días son ahora más cortos, las temperaturas más frías y puede que te apetezca más estar en casa que hacer planes al aire libre.
Nos encanta el otoño. ¿Quién puede negar su encanto, con la naturaleza rebosante de nuevos colores, el calor del hogar y la llegada de nuevos ingredientes de temporada a nuestra mesa?
En este artículo, compartimos contigo tres recetas para el periodo de otoño, utilizando productos frescos y de temporada para conseguir platos sanos, nutritivos y sabrosos.
¿Cuáles son los principales ingredientes típicos de la estación de otoño?
Hay muchos ingredientes que podemos utilizar y combinar entre el otoño y el invierno para crear infinitas recetas sanas y sabrosas. Seguro que te vienen a la cabeza las distintas legumbres, o entre otras la col o las patatas.
Las frutas de temporada son perfectas para terminar una comida (o incluir en una receta, como en una deliciosa ensalada). Muchas son ricas en vitamina C, como las naranjas y los pomelos, las mandarinas y los kiwis, así como las manzanas y las peras.
Tampoco nos olvidamos de los higos, las uvas, las frambuesas y las calabazas.
Cómo comer sano en otoño
En invierno, la naturaleza tiende a darnos ingredientes más ricos en grasas y proteínas, para permitirnos aguantar los meses más fríos después de hidratarnos en verano con alimentos ricos en agua.
Con el progreso y los nuevos métodos de cultivo, la estacionalidad de los ingredientes se ha visto comprometida en cierta medida: como sabes, ya no es tan difícil encontrar alimentos típicos de los meses de verano en el periodo de invierno y viceversa.
Consumiendo principalmente alimentos como frutas y verduras de temporada, podemos prepararnos para los meses de frío sin renunciar a comidas sabrosas y saludables.
Así, por ejemplo, podríamos pensar en sopas calientes para conservar las sales minerales de las verduras, o en legumbres y cereales para fortalecer nuestro organismo, potenciando el sistema inmunitario.
Por otro lado, en el periodo entre el otoño y el invierno, tienen gran protagonismo en nuestro plato los frutos secos y semillas, como almendras y piñones, que nos aportarán grasas saludables y proteínas.
Risotto de crema de calabaza: los colores del otoño en tu mesa
El risotto de crema de calabaza es un plato típico del otoño, una forma rica y sabrosa de incorporar en nuestra mesa este ingrediente de temporada. La calabaza se recolecta entre septiembre y noviembre, antes de que las temperaturas más frías puedan dañarla.
La receta del risotto de crema de calabaza comienza limpiando y cortando la calabaza en trozos pequeños, retirando las semillas con una cuchara. Se recomienda usar unos 500 g de cubos de calabaza, que deben colocarse en una olla y salarse.
La cocción debe continuar hasta que la calabaza se ablande, aproximadamente de 20 a 25 minutos.
Mientras tanto, podemos dorar ligeramente una cebolla picada en una sartén, sobre la que añadiremos el arroz para tostarlo durante un par de minutos. En este momento, se recomienda remover suavemente el arroz con una cuchara de madera antes de pasar a la cocción, añadiendo poco a poco el caldo de verduras caliente.
Deja tiempo para que el arroz vaya absorbiendo el caldo añadido antes de añadir más. Continúa añadiendo caldo hasta que el arroz esté casi listo.
Volviendo a nuestra calabaza, que se ha ablandado en la olla durante unos veinte minutos, podemos pasar a triturarla con una batidora de inmersión antes de añadirla al arroz.
Ahora sólo hay que seguir removiendo el arroz, mezclándolo con la crema de calabaza obtenida hasta que esté cocido y añadiendo una nuez de mantequilla.
Antes de servir el risotto, se recomienda dejarlo reposar unos minutos. Sin embargo, antes podemos añadir queso parmesano rallado para mezclarlo y darle un toque adicional de sabor.
Para que el plato sea aún más delicioso, sugerimos añadir el vino blanco en el momento en que se tuesten los granos de arroz, es decir, antes de verter gradualmente el caldo de verduras.
Del mismo modo, alternándolo con el caldo, también puedes añadir nuez moscada, o tomillo y pimienta molida.
Ensalada de espelta de otoño: ¿quién dijo que la ensalada es un plato de verano?
Las ensaladas pueden recordarte al verano, y está claro que a todos nos encanta comer una comida rica y saciante a la orilla del mar o cuando el calor nos quita ligeramente el apetito.
Sin embargo, también hay ensaladas de otoño o invierno que pueden servir para un tiempo más frío, por ejemplo para una comida rápida con los compañeros en el trabajo.
La ensalada de espelta de otoño se puede hacer de muchas maneras, pero en esta versión vamos utilizar sólo alimentos de temporada.
La base de la ensalada es cocer la espelta en una olla con agua. Recomendamos utilizar unos 300 gramos de espelta perlada, que se cocina más rápido y su digestión es más fácil que la de la espelta descascarillada.
La espelta, que contiene gluten, tiene unas características básicas no muy diferentes a las del trigo, con unas 350 calorías por cada 100 gramos.
Rico en fibra y proteínas, este plato nos permitirá saciarnos y nos aportará valiosos hidratos de carbono, sin la molesta sensación de pesadez; además, la espelta es un importante antioxidante que sugerimos incluir en tu menú semanal.
Volviendo a la receta, la cocción de la espelta en una olla con agua debería durar entre 15 y 20 minutos, pero puede ser diferente para cada variedad por lo que te recomendamos leer las instrucciones del paquete. ¡Sólo tienes que tener cuidado de no poner en remojo la espelta perlada antes de cocinarla!
Cuando prepares sopas, puedes pensar en cocinar la espelta perlada con otros ingredientes, como legumbres o verduras. En nuestro caso, al tratarse de una ensalada, la espelta perlada deberá cocinarse sola y luego condimentarse con los distintos ingredientes que vayamos a añadir.
En este sentido, recomendamos el uso de coliflor, hinojo y/o coles de Bruselas. Como alternativa o complemento, también se puede utilizar la achicoria roja. Lava con cuidado estos ingredientes y después saltéalos en una sartén con un chorrito de aceite. Añade los que más te gusten, ¡y prueba nuevas combinaciones!
También podemos añadir setas al plato. En este caso, basta con limpiarlas con un paño para eliminar los residuos y luego cortarlas en rodajas. En otra sartén distinta a la que hemos salteado las verduras de temporada, podemos añadir las setas junto con la sal y la pimienta, y dejar que se hagan durante unos cinco minutos.
Ahora sólo hay que esperar a que la espelta perlada esté cocida, para verterla en un bol y aderezarla con los ingredientes preparados y un chorrito de aceite. También podemos optar por añadir frutos secos picados gruesos, como avellanas, nueces y almendras.
Además, o como alternativa, los gajos de naranjas peladas o de granada sin cáscara también pueden contribuir a hacer más sabrosa nuestra ensalada de otoño, con la vista puesta siempre en la salud, ya que estos nos ofrecen un aporte vitamínico adicional.
El plato en su variante vegetariana termina aquí, pero también puedes añadir jamón y queso a la ensalada (en este caso, como alternativa a la fruta fresca y seca).
Para ello, basta con cortar el jamón y el queso en dados, quizás junto con algunas zanahorias. Estos ingredientes pueden añadirse a la ensalada ya preparada, justo antes de sazonar con pimienta.
Pastel rústico con nueces y café
Y terminamos esta ronda de recetas como no podría ser de otra forma: ¡con un buen postre natural!
El pastel de nueces y café es un plato estrella de la temporada de otoño e invierno, también ideal para la época navideña.
Es una receta fácil y rápida de preparar, que quedará genial en tu mesa gracias al toque rústico y natural de sus ingredientes.
La particularidad de este pastel es que no utiliza harina, sino pan rallado.
Para un pastel para cuatro personas, recomendamos utilizar tres o cuatro huevos, 120 gramos de azúcar y 100 gramos o más de nueces picadas. El pan rallado puede limitarse a 30 ó 40 gramos.
Para la crema, en cambio, podemos utilizar 150 gramos de mantequilla blanda y 1 o 2 tazas de café. Luego necesitaremos una o dos yemas de huevo adicional y un poco de azúcar glass.
Para empezar con esta receta, empieza por rallar o picar algo de pan del día anterior que tengas en casa. Los otros dos protagonistas son las nueces y el café. ¡Empecemos!
Comenzamos picando las nueces de dos maneras diferentes: una mitad picada muy fina y la otra más gruesa. Mientras tanto, empezamos a trabajar la mantequilla y el azúcar en un bol, antes de añadir nuestras nueces picadas y las yemas de huevo batidas con una pizca de sal.
Cuando la mezcla esté bien amalgamada (utiliza un batidor para facilitar la tarea), se pueden añadir las claras de huevo batidas, las mismas que se utilizan para preparar el merengue. Recuerda que para batir las claras a punto de nieve, hay que separar las yemas de las claras y batirlas a baja velocidad, y luego aumentar la velocidad gradualmente hasta la máxima que permita nuestro utensilio de trabajo.
Volviendo a la receta de nuestro pastel de nueces y café, después de batir las claras, podemos añadir la levadura en polvo y cocer nuestro pastel en un horno precalentado durante cuarenta minutos. Se recomienda una temperatura de cocción de 180 grados.
Mientras se hornea el bizcocho, podemos preparar la nata, batiendo la mantequilla con el azúcar en un bol y añadiendo una o dos tazas de café ristretto, un poco cada vez y sin dejar de batir.
Cuando el pastel esté listo, basta con cortarlo por la mitad, formando dos discos, y rellenarlo con nuestra crema. Terminamos nuestro postre con azúcar glass y lo dejamos enfriar.
Immun Forte para apoyar a nuestro organismo durante el otoño
El sistema inmunitario es extremadamente complejo, y los genes de cada individuo muestran una mecánica de adaptación absolutamente peculiar. La edad, el estado de salud, el sexo e incluso las condiciones climáticas y geográficas pueden influir profundamente en la eficacia de nuestro sistema inmunitario y en las defensas que establece para proteger nuestro organismo.
Como hemos explicado en este artículo, consumir frutas y verduras de temporada en otoño e invierno es una gran idea para estar preparados y apoyar las defensas de nuestro organismo. Sin embargo, un refuerzo vitamínico puede marcar la diferencia a la hora de evitar las dolencias estacionales y la gripe.
Para apoyar a nuestro organismo durante este periodo, el suplemento natural Immun Forte de SanaExpert viene al rescate. Immun Forte es un potente multivitamínico con varios nutrientes y minerales destinado a reforzar las defensas del organismo contra los virus estacionales.
En concreto, Immun Forte contiene vitamina C, hierro, selenio y vitaminas B y A. También incluye grasas insaturadas omega-3 para favorecer el funcionamiento normal del corazón. Por último, el betaglucano, el extracto de caléndula y el extracto de licopeno contribuyen a enriquecer el complejo multivitamínico de Immun Forte.
Immun Forte contiene dos tipos de cápsulas, y se toma ingiriendo dos cápsulas de Vital-Boost y una cápsula de Omega-3 al día acompañados de una comida, con un vaso de agua. En total, un envase de Immun Forte contiene 90 cápsulas para un mes de tratamiento (60 de Vital-Boost y 30 de Omega-3).
