Pérdidas durante el posparto: ¿qué es normal?

Los cuarenta días posteriores al parto se conocen como puerperio, y a pesar de ser una etapa feliz para cualquier mamá, son también un periodo exigente y complicado a nivel emocional y físico.

Por un lado, el efecto de las hormonas en proceso de adaptación y el cambio vital que supone tener un bebé tienen un gran impacto en el estado emocional de la mujer, que debe adaptarse a su nuevo papel de madre. Por otro, en estos primeros días tras el parto el cuerpo empieza a recuperarse del propio alumbramiento, a la vez que produce leche para alimentar al bebé recién nacido y empieza a recuperar poco a poco la normalidad previa al embarazo. ¡Casi nada!

A nivel interno, estos primeros días son clave para eliminar los restos del revestimiento uterino que tu cuerpo crea durante el embarazo para albergar a tu bebé. Pasado el cuerpo, estas estructuras ya no son necesarias y el cuerpo inicia un proceso fisiológico normal de expulsión, que se presenta en forma de pérdidas de sangre durante los primeros días. Estas pérdidas, también conocidas como loquios, no son otra cosa por tanto que secreciones relacionadas con el proceso normal de involución uterina.

En este artículo hemos recopilado toda la información relevante sobre esas pérdidas para que sepas qué esperar y cuándo deberías acudir a un profesional si observas determinados síntomas en estos primeros días tras el parto. 

Un proceso natural

En la comunidad médica, se entienden como loquios los sangrados que se producen después de dar a luz.

Tras el parto, la placenta (que se encuentra adherida a la pared del útero durante el embarazo) se desprende poco a poco y desciende hacia la vagina para ser expulsada al exterior. De esta forma en la pared del útero queda expuesta una red de vasos abiertos que servían de conexión para proporcionar nutrición y oxigenación al bebé durante la gestación.

Mientras el útero vuelve poco a poco a su tamaño normal, se producen de forma natural unas contracciones musculares que contribuyen a que esos vasos se cierren progresivamente y cicatrice toda esta zona. 

La expulsión de sustancias que se generan en este proceso, junto con una cantidad variable de moco cervical dan lugar a este sangrado que representa un proceso saludable, normal y necesario que experimentarás en los primeros días después de dar a luz.

Un sangrado en distintas etapas

Los primeros 3 días

En los primeros momentos y durante un periodo de unos 3 días, este sangrado puede ser abundante. Es importante que tu profesional médico o matrona lleve un control para garantizar que este sangrado se produce de forma normal.

El color en este primer momento tiende a ser rojizo por la presencia de sangre, y es normal que observes coágulos en las secreciones. Si te tumbas durante un tiempo, o al levantarte por la mañana, es posible que notes un caudal ligeramente mayor que debería detenerse después de unos momentos.

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Del día 4 al día 10

Estos periodos son aproximados, pero después de los primeros 2-3 días es probable que observes que el sangrado cambia ligeramente de color: ahora los tonos tienden a marrón y el sangrado debería ser menos espeso.

En esta etapa es normal que sigas sangrando durante todo el día, pero la cantidad suele reducirse respecto a los primeros días.

Tercera etapa

A partir de aquí el flujo irá cambiando de tonalidad hasta adoptar un color más blanquecino o amarillo. 

La duración de esta tercera fase es muy variable, pero puede prolongarse hasta la sexta u octava semana después del parto, momento en el cual el útero termina de cicatrizar. Lo importante es que observes poco a poco que estos sangrados se van reduciendo. Si en cualquier momento notas un incremento que consideras significativo del sangrado, ponte en contacto con tu matrona para que pueda descartar una hemorragia.

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Cómo identificar una hemorragia

Es importante distinguir estos sangrados normales que responden al proceso natural de cicatrización y recuperación de tu cuerpo tras el parto de una hemorragia. 

Una hemorragia es un sangrado más intenso de lo habitual y en general suele estar relacionada con el sangrado libre de esos vasos sanguíneos expuestos en la pared del útero de los que te hablábamos anteriormente. Esto ocurre, en general, cuando el proceso de contracción del útero no se produce correctamente, y es más habitual después de un parto por cesárea que de un parto vaginal. Sin embargo, una hemorragia puede deberse a distintos motivos, entre ellos a pequeños desgarros internos que hayan tenido lugar durante el parto.

Aunque la mayoría de hemorragias de este tipo se suelen producir cuando la madre está todavía en el hospital, es importante que te pongas en contacto con tu matrona o profesional sanitario lo más rápidamente posible si detectas un sangrado incontrolado estando en casa.

Contracciones posparto: ¿qué son?

Como comentábamos al hablar del proceso de involución uterina, durante los dos primeros días después de dar a luz (y con menor intensidad en los días siguientes) notarás estas pequeñas contracciones musculares que tienen como objetivo devolver al útero a su tamaño normal y cerrar esos vasos sanguíneos que quedan expuestos tras el desprendimiento de la placenta.

A estas contracciones también se les denomina entuertos y pueden resultarte algo dolorosos, especialmente en los dos primeros días. El dolor de estas contracciones en general está relacionado con el esfuerzo que deba hacer tu útero para volver a su lugar. En madres primerizas, las molestias suelen ser mínimas, pero si ya has pasado por varios partos o si has tenido mellizos o un bebé de tamaño superior a la media, estas contracciones puede que sean un poco más molestas.

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Tu primera regla tras el parto

Con toda esta información sobre sangrados tras el parto, quizá te preguntes ¿y qué pasa con mi regla? 

En general, el momento en que recuperas tu menstruación depende de varios factores, y uno de los más importantes está relacionado con si optas o no por la lactancia materna. Si has decidido dar el pecho, es posible que no vuelvas a tener la regla hasta después de haber terminado tu periodo de lactancia (aunque podría volver antes). Eso sí, es importante que sepas que a pesar de no tener tu ciclo menstrual normalizado, no debes descartar la posibilidad de quedarte embarazada en este periodo.

Si la lactancia materna no es para ti, o si has optado por una mezcla de fórmula y pecho, lo normal es que tu regla vuelva a los 30 o 40 días de dar a luz.

Síntomas a los que debes prestar atención

Además de las hemorragias que hemos mencionado, es importante que prestes atención a otros síntomas que podrían indicar algo fuera de lo normal en el proceso de recuperación posparto. Te recomendamos que consultes con tu profesional sanitario si experimentas algunos de los siguientes:

  • Cualquier dificultad para respirar u obstrucción de la respiración

  • Dolor, hinchazón o enrojecimiento en las piernas

  • Dolor de cabeza que no se pasa con medicación y que afecta a tu visión

  • Molestias al orinar

  • Fiebre más allá de los 38 ºC

  • Heridas que supuran (ya sea la de la cesárea o la de la episiotomía)

  • Convulsiones

  • Dolor en el pecho

  • Malestar emocional o sospechas de una posible depresión posparto

Al hablar de loquios o sangrados del periodo de posparto, además de asegurarte de que su cantidad se va reduciendo progresivamente, es importante que prestes atención a su olor.

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El olor de los loquios

El olor de los loquios es diferente al de tu menstruación, y esto también es completamente normal. Al fin y al cabo, no se trata del mismo tipo de sangrado y por tanto tiene un olor característico distinto al que estás acostumbrada.

Puede que por la falta de hábito este olor te resulte desagradable, pero a priori no tienes de qué preocuparte siempre y cuando este olor no sea realmente malo. Sabemos que es algo difícil de evaluar, y en general te recomendamos que consultes con tu matrona en tu primera revisión después del parto si esto te preocupa.

Las bragas posparto: tus mejores aliadas

En tus primeros días en casa, y sobre todo teniendo en cuenta que tendrás en tus manos a tu bebé la mayor parte del tiempo, es más importante que nunca que busques una forma de sentirte cómoda.

Como has podido ver en este artículo, los sangrados formarán parte de tu día a día en estas semanas de posparto. Por este motivo, en SanaExpert recomendamos a las mamás que busquen una opción que les permita sentirse limpias, frescas y libres. 

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