Buenos días a nuestra familia SanaExpert y bienvenidos de nuevo a nuestro blog.
Para lograr el bienestar de todas las personas, actuamos en la medida de lo posible en todos los frentes que conocemos: sostenibilidad, solidaridad y amor al prójimo.
Hace poco ayudamos a un pequeño pueblo de Colombia; que nos llenó de orgullo y satisfacción ver la alegría de los niños y la gratitud de sus familias.
Ahora queremos contarles lo que hemos construido junto con estas personas.
El pueblo de El Astillero
Hemos llegado a Colombia, más concretamente al pueblo de El Astillero situado en el departamento de San Antonio de Prado en Medellín. Este pueblo está formado por 58 familias llenas de sueños, alegría, amor y mucha, mucha dedicación a su trabajo. Sus días transcurren en plena naturaleza en las montañas, la flora y la fauna de los bosques que rodean el pueblo.
El Astillero es un pueblo muy aislado y por ello es casi imposible tener una señal estable de teléfono móvil y no hay posibilidad de establecer una conexión fija porque no hay cable telefónico.
Ocasionando el aislamiento de los habitantes de El Astillero con el mundo digital, pero con la pandemia del Covid-19 las cosas empeoraron. Los niños eran los que más sufrían este aislamiento: no podían jugar, no podían salir y no podían asistir a la escuela o a su centro de recreación. Cuando todo se volvió virtual, el pueblo abandonó la educación escolar de sus niños por la falta de conexión, y los llevó a trabajar al campo.
El centro social donde los niños solían reunirse, asistir a la escuela y a las actividades recreativas se vio realmente afectado por la humedad y se deterioró considerablemente.
Nuestro Plan de Acción:
Nos dimos cuenta de que podíamos ayudar a estas personas a sentirse mejor, a volver a sus actividades cotidianas con serenidad y con un lugar nuevo, limpio, regenerado y que transmita alegría, que cada uno de ellos merece.
Hemos unido fuerzas con otras empresas con el objetivo de transformar el pueblo de El Astillero en un lugar mejor. Hemos contribuido a mejorar la calidad de vida de las familias y les hemos dado un lugar digno donde compartir sus días y, por fin, estar conectados a Internet para que puedan seguir asistiendo a la escuela y aprender cosas nuevas cada día.
Trabajamos todos juntos, codo con codo con los habitantes del pueblo, empezando por la limpieza y la poda del césped. Se renovó todo el centro de actividades: se cambiaron las baldosas, se repararon las paredes y, junto con los vecinos, elegimos nuevos colores para pintar el edificio.
Con cada nueva pincelada el centro de El Astillero cobraba vida y se coloreaba de alegría.
Una vez renovada la escuela, quisimos instalar dispositivos digitales que ayudaran a todas las familias a educar a sus hijos y ayudarles a asistir a la escuela.
Llegamos a cada hogar con comida para toda la familia, nuevos utensilios de cocina y cada niño fue sorprendido con un kit escolar de cuadernos de colores y bolígrafos. Por último, quisimos donar vitaminas y micronutrientes que son esenciales para el correcto desarrollo del sistema cerebral y la memoria, para que todos puedan crecer con todo su potencial y con muchos sueños que finalmente se hagan realidad.
De lo que estamos más orgullosos es de las sonrisas de los niños y de los abrazos que nos dieron mientras estábamos con ellos. Juntos conseguimos generar un impacto positivo en esta comunidad, la llenamos de sueños y encuentros.
Juntos hemos devuelto la vida al pueblo de El Astillero para que sus habitantes puedan creer en la magia y seguir creciendo, soñando con una vida feliz.
Para este proyecto hemos colaborado con la Fundación IMUSA - SAMURAI, "Taller de Sueños", la organización Soñar Despierto, la Fundación Pintuco y la Fundación LFS.
Esto forma parte de nuestro trabajo en SanaExpert. Por eso cada día queremos devolver a la naturaleza y a las personas lo que más agradecemos en el mundo.